lunes, 11 de noviembre de 2013

¿Qué me ha supuesto leer Mal de Escuela?

En primer lugar, hacer hincapié en que la lectura para los adolescentes, en materia educativa y académica, es bastante difícil el poder crear una comunidad de lectores que les guste leer y de ello extraigan valiosas conclusiones y reflexiones. Creo sinceramente que debería de proyectarse la forma de lectura y la forma de aprender de una forma más flexible en la que los alumnos puedan tener gran participación y se sientan a gusto con lo que hacen para aprender, además de evocar una "motivación" para ello.
El leer Mal de Escuela me ha supuesto indagar en mi pasado, en la forma en la que yo hacía o no las cosas de una u otra determinada manera. Además de esto me ha supuesto reflexionar a medida que lo iba leyendo a recorrer toda mi infancia académica donde sinceramente me he sentido en ciertos momentos como un "zoquete", no porque fuera mal alumno ni mal estudiante, sino por el simple hecho de que la mayoría de veces no me suscitaba satisfacción ni ganas por estar allí sentado oyendo al profesor, ni siquiera escuchándole. Sin embargo, he de decir que todo eso cambió.
Hubo una época, no hace mucho, en la que tuve un profesor con el cual cogí una gran confianza. El me contó sus experiencias de la infancia, y aunque me costó bastante asimilarlo porque parecía una cosa imposible, el también fue un zoquete, o posiblemente peor que eso. A decir verdad, las personas cambian si ellas mismas sinceramente quieren cambiar. El me ayudó mucho en ese tiempo, me dio valiosos consejos, donde me dijo una gran frase que nunca olvidaré, "nada es imposible, todo lo que quieras lo conseguirás por ti, lucha por ello porque así te sentirás orgulloso de, al menos, merecerlo"
A partir de estos momentos, de ese tiempo que, entre estancias difíciles, y otras mejores, vi que siempre hay tiempo de rectificar, de darle la vuelta a algo que parece imposible, solo hay que darse cuenta y luchar por lograrlo.
Leer Mal de Escuela me ha supuesto reflexionar y recordar tiempos pasados que tenía guardados en la memoria y hacía tiempo que no los sacaba a la luz.
Reflexionando sobre la pregunta, respecto a si la educación física crea zoquetes o los redime, creo que siempre hay de todo, se crean zoquetes y a otros los redime. Sin embargo, creo firmemente que el papel del profesor o entrenador es primordial a la hora de no crear dichos zoquetes o por lo menos sacarlos de dicha "zoquetería" porque todo el mundo tiene derecho a todo, nadie es más importante que nadie y menos practicando actividad física. Desde mi punto de vista el papel del entrenador como he dicho debería de ayudar a todos los alumnos a sentirse importantes dentro de un grupo, a sentirse iguales y a no sentirse con inferioridad respecto a nadie, sobre todo indagar en la psicología y hacerles saber a los alumnos que son competentes e igual de importantes.

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