lunes, 20 de enero de 2014

Despedida de la asignatura

Bueno pues, después de un nuevo trimestre, despedimos la asignatura de educación del movimiento. Esto no implica el dejar el blog, sino que hasta el día de hoy es cuando finaliza el periodo lectivo de esta asignatura.
Quiero manifestar del modo más sincero posible que me sabe mal el no poder seguir experimentando y yendo más allá de lo que el movimiento implica, como hemos observado en las clases. Después de haber visto varias entradas de mis compañeros donde tratan la despedida de esta asignatura estoy de acuerdo en que el blog no termina aquí. Mucha gente podría pensar que tras finalizar el periodo de la asignatura, el blog ya no sirve, pero creo e invito a todos a seguir con el proyecto que hemos empezado en la asignatura, el referente a la comunidad, por que esta comunidad es un compendio de conocimientos que hemos ido creando y poniendo en común unos y otros, compartiendo experiencias y perspectivas diferentes no solo de este año, sino también de años anteriores.
Personalmente, el blog es un modo de realizar un seguimiento de la asignatura, como ya dije en su momento, donde cada alumno puede expresar todo su conocimiento y experiencias sobre un tema determinado, o en este caso, sobre el proyecto que cada uno de nosotros empezamos. Me gustaría que todos realizáramos un esfuerzo y siguiéramos con nuestros blogs, para que la comunidad edmov sirva para poder ser un punto de referencia y de utilidad, tanto para los alumnos de años anteriores como para alumnos de años posteriores.
Me hubiera gustado compartir más entradas estas últimas semanas pero el periodo de estudio se ha hecho bastante denso y no he podido dedicarle el tiempo realmente me hubiera gustado. Sinceramente espero haber servido de ayuda para mis compañeros en estos meses de trabajo, haber aportado mi granito de arena para todos, donde mostrar bajo mi punto de vista los temas tratados en la comunidad edmov.
Creo también que aparte de que en la comunidad nosotros hemos sido dueños del aprendizaje y a parte de servir para todos la puesta en común de diferentes temas, también sirve, como me ha servido a mí personalmente, como medida de desconexión por unos momentos del mundo. Con esto quiero decir que, el escribir en tu propio blog, perteneciente a la comunidad de las cual yo junto con mis compañeros formamos parte, te ayuda a mostrar de una forma u otra tus sentimientos y expectativas sobre temas que crees conveniente compartir con los demás donde personalmente, me ayuda a desconectar por momentos del mundo, y adentrarme el mundo cognitivo, y de un modo u otro, en el mundo inteligible (Platón), el cual hace referencia al mundo de las ideas,, del que no formamos parte en base a la parte sensible, sino que el mundo inteligible va más allá de lo que en sí significan las cosas. Y pongo de ejemplo este mundo inteligible, porque en esta asignatura hemos aprendido a indagar en el mundo inteligible del movimiento, en buscar más allá de lo que el propio movimiento significa, donde en un principio creíamos una cosa, y mediante el transcurso y desarrollo de las clases hemos ido observando que el campo o ámbito del movimiento es mucho más amplio y comprende muchísimas más ideas de las que nos podemos imaginar.
Personalmente me ha gustado mucho tratar este tema, e incluso invito a toda la gente a tratar sobre esos temas "inteligibles", porque son realmente fascinantes.
Finalizando la entrada, me gustaría decir solamente unas breves palabras: Gracias por hacernos ver más allá de lo que en sí significan las cosas, y en este caso el movimiento, o más concretamente, la propia educación del movimiento.

domingo, 12 de enero de 2014

Todo tiene solución

En esta entrada, me gustaría mostraros un breve cuento sobre el abuso escolar, de unos niños a otros, y más específicamente, de los más abusones frente a los más vulnerables, como por ejemplo los que padecen sobrepeso o llevan gafas. Este breve cuento muestra como un niño que recibía abusos de otros día tras día, con esfuerzo consiguió hacerles frente por su inteligencia, sin tener que meterse con ellos, tan solo utilizando su gran astucia. El cuento dice así:
De camino, Titín paró en el parque y se sentó en un banco tratando de controlar su enfado y su rabia. Como era un chico sensible e inteligente, al poco rato lo había olvidado y estaba disfrutando de las plantas y las flores. Entonces, revoloteando por los rosales, vio una avispa y se asustó.
Al quitarse de allí, un pensamiento pasó por su cabeza. ¿Cómo podía ser que alguien muchísimo más pequeño pudiera hacerle frente y asustarle? ¡Pero si eso era justo lo que él mismo necesitaba para poder enfrentarse a los niños mayores!
Estuvo un ratito mirando los insectos, y cuando llegó a casa, ya tenía claro el truco de la avispa: el miedo. Nunca podría luchar con una persona, pero todos tenían tanto miedo a su picadura, que la dejaban en paz. Así que Titín pasó la noche pensando cuál sería su "picadura", buscando las cosas que asustaban a aquellos grandullones.
Al día siguiente, Titín parecía otro. Ya no caminaba cabizbajo ni apartaba los ojos. Estaba confiado, dispuesto a enfrentarse a quien fuera, pensando en su nuevo trabajo de asustador, y llevaba su mochila cargada de "picaduras".
Así, el niño que le quitó el bocadillo se comió un sandwich de chorizo picantísimo, tan picante que acabó llorando y tosiendo, y nunca más volvió a querer comer nada de Titín. Otro niño mayor quiso pegarle, pero Titín no salió corriendo: simplemente le dijo de memoria los teléfonos de sus padres, de su profesor, y de la madre del propio niño; "si me pegas, todos se van a enterar y te llevarás un buen castigo", le dijo, y viéndole tan decidido y valiente, el chico mayor le dejó en paz. Y a otro abusón que quiso quitarle uno de sus juguetes, en lugar de entregarle el juguete con miedo, le dio una tarjetita escrita por un policía amigo suyo, donde se leía "si robas a este niño, te perseguiré hasta meterte en la cárcel".
La táctica dió resultado. Igual que Titín tenía miedo de sus palizas, aquellos grandullones también tenían miedo de muchas cosas. Una sola vez se llevó un par de golpes y tuvo que ser valiente y cumplir su amenaza: el abusón recibió tal escarmiento que desde aquel día prefirió proteger a Titín, que así llegó a ser como la valiente avispita que asustaba a quienes se metían con ella sin siquiera tener que picarles.

Con este cuento, haciendo hincapié en que se deberían suprimir de unas formas u otras los abusos que tienen lugar hoy en día sobre todo en el ámbito infantil y escolar, quiero aprovechar para decir que nada ni nadie debe hacer decaer a ningún niño, por el simple hecho de padecer sobrepeso o llevar gafas, ya que tanto unos como otros son personas iguales y con los mismos derechos. Ya está bien de aguantar tanto abuso de niños que se creen más competentes o mejores que los demás, con lo que se creen con mayor derecho y tienen permiso para tratar a los demás de la forma que lo hacen.

He querido mostrar mi granito de arena para intentar suprimir este tipo de conductas.