miércoles, 2 de octubre de 2013

El hábitus

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=RS3iB47nQ6E

Como podemos observar en el vídeo, las parejas entran a la sala de cine y se encuentran con un panorama repleto de hombres con una peculiar apariencia, al parecer, rockeros y fieles a grupos de rock como ACDC, como se puede observar en las camisetas. Estas parejas al observar que solo quedan dos asientos libres entre la multitud de rockeros, deciden irse de la sala y en el caso de que se quedaran preferirían sentarse en las escaleras. Des de fuera, podemos pensar que esa apariencia no nos debería importar, pero claro visto y estando en esa situación, las emociones y pensamientos que circulan por el cerebro en esos momentos es de huir lo más lejos posible de ese lugar. Y no nos engañemos, eso nos ocurriría a casi todo el mundo, por no decir todo.
En esta reflexión nos induce a establecer el término o concepto PREJUZGAR. Este término muy estudiado por autores como Eduard Punset, está presente en nuestro cerebro de forma inconsciente, aunque las emociones, sentimientos y pensamientos que se nos desprenden cuando nos encontramos delante de una situación como la del vídeo, se reproducen de forma consciente. Esto suele ocurrir cuando nos sentimos más débiles que los demás, cuando nos protegemos sobre algún tipo de complejo o cuando queremos demostrar que somos superiores a los demás, cuando en realidad, somos iguales. Todo esto se debe básicamente a lo que Punset denomina, arte de clasificar. El cerebro utiliza gran parte de su energía en imaginar e inventar, configurando incluso la división entre "nosotros" y "ellos". Como hemos dicho en anterioridad, son cosas que no tienen sentido o no nos deberían de importar, pero cuando se trata sobre temas sobre los que tenemos sentimientos o se suscita algún tipo de emociones y sentimientos, como en la situación del vídeo, no es fácil tomar distancia e incluso el prejuzgar nos hace a veces jugarnos una mala pasada...
En conclusión, el término prejuzgar (juzgar sin saber) se encuentra presente en la actualidad, en cada lugar, en cada situación y sobretodo circulando dentro de nuestras cabezas. Para "suavizar" este asunto actual, deberíamos de pensar más "externamente" y darnos cuenta de que el juzgar por la apariencia no define a nada ni a nadie, ya que el juzgar a una persona por su apariencia es como juzgar a un libro por su portada.

Incluyo una gran frase de Eric Hoffer que suscita el pensar con una mayor globalidad y con mayor coherencia: "En tiempos de cambio aquellos que estén abiertos al aprendizaje, a saber la esencia de las cosas se adueñarán del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo estarán bien equipados para un mundo que ya no existe".

1 comentario:

  1. La verdad es que cuando vemos el vídeo o imágenes así desde el sofá de casa muchas veces pensamos, no es para tanto, son personas como nosotros, totalmente normales y a mí no me importaría en absoluto sentarme a su lado... pero sin embargo y metiéndonos más a fondo en la situación, he de decir que pese a que yo sería una de las personas en quedarme seguramente, simplemente por respeto y porque me parece un poco feo el gesto de entrar en la sala no gustarte lo que ves y salir, he de reconocer que me sentiría un poco incómoda y en tensión constante.
    Esto no lo hacemos adrede y está claro, es más tu lo has explicado perfectamente en tu entrada, pero creo que es algo que sale solo y que pese a que intentemos erradicar estas primeras impresiones que nos provocan las personas de nuestro entorno no lo conseguiríamos.
    ¡Un saludo y muy buena entada!

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